CON LA 4T VAMOS COMO LOS CANGREJOS...

A la vuelta de casi un año que el actual Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, arrasó en las votaciones por la Presidencia, con un total del 53.11 por ciento de los votos, lo que se traduce en más de 30 millones de votos, y una aceptación cercana al 70 por ciento, en su primer año de gobierno, esto cayó así como lo hicieron las promesas que hasta este momento el tabasqueño ha incumplido.
El excesivo culto a su persona, así como las pésimas decisiones que ha tomado la mayoría de sus colaboradores, llámese de seguridad, de salud, de educación, le ha dado al traste a la confianza que los más de 30 millones de mexicanos depositaron en él para que condujera al país a buen puerto y han incrementado la desilusión de que no sabe qué ruta tomar y, peor aún, no se ven visos de asestar un golpe de timón tan necesario para enmendar el rumbo.

No conforme con lo anterior, pretende hacerse del control de los organismos que garantizan un equilibrio para la toma de decisiones del país, como son el Poder Legislativo, el Poder Judicial, el Instituto Nacional Electoral (INE), la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).

Lo anterior se suma a las pésimas decisiones de la reducción de presupuesto a guarderías, a los apoyos a la ciencia, el cierre de refugios a mujeres violentadas, a la cancelación del Nuevo Aeropuerto de Texcoco y proponer la construcción del de Santa Lucía. La construcción del Tren Maya y de la refinería de Tres Bocas.

La disfrazada militarización de la Seguridad Nacional al crear la Guardia Nacional y dejarla en manos de mandos militares haciendo creer a la gente que el mando sería civil. La pésima estrategia contra el crimen organizado, pues los índices van en aumento y el desastroso operativo fallido de la captura con fines de extradición de Ovidio Guzmán López, hijo del ’Chapo’, pero no obstante todo lo anterior nos suena increíble la inexistente y nunca mencionada Comunicación Social que de alguna manera debiera atenuar los equívocos de la 4T con información puntual y a tiempo y brilla por su ausencia y que extrañamente parece no importarle a López Obrador esta falta de presencia. Y por si faltara algo, la rendición ante un presidente huyendo de su país a quien se le da trato de excelencia, nos referimos a Evo Morales.

Ya casi un año y ninguno de sus compromisos se han cumplido al 100 por ciento, sin mencionar que aún no le cae el veinte de que ya es Presidente de México y sigue comportándose como candidato y lo demuestra en el tipo de discurso con el que aún pretende polarizar a la ciudadanía en lugar de concitar y unir esfuerzos. A la vuelta de casi un año la prometida 4 Transformación se ve desdibujada, sin rumbo, carente de un verdadero proyecto que coloque a México en los primeros lugares del ámbito internacional, pues en lugar de avanzar vamos como los cangrejos, hacia atrás.