NIÑOS ARMADOS EN GUERRERO...MEDIDA DESESPERADA

A la distancia de más de un año de gobierno de esta nueva administración llamada 4 Transformación, qué lejanas resuenan las promesas de pacificación del país que prometió el oriundo de Macuspana, al plantear aquel mes noviembre de 2018, los ocho puntos que integrarían su Plan Nacional de Paz y Seguridad con los que se pretendía llevar a una estabilidad a México.

Entre esto puntos destacan varios que ni por asomo se han cumplido, ya que tristemente la nueva presidencia se dio cuenta que no es lo mismo tomar decisiones y dar resultados, que prometer y arengar a la gente para ganar cotos de poder, aunque el cumplir sea lo de menos, éstos son: Legalizar algunas drogas, un eventual desarme de grandes bandas criminales, la creación de la Guardia Nacional y establecer una Constitución moral para «regenerar la ética de la sociedad».

La descomposición del tejido social ha llevado a los diferentes actores de esta trama a pronunciar cualquier tipo de comentarios tan polarizados que sumergen a la ciudadanía en un mar de confusión, ya que por parte de las autoridades el Presidente asegura que esto se debe a ’que organizaciones criminales tienen dificultades para contratar sicarios, por lo que recurren a reclutar a niños y jóvenes’, con lo que implícitamente nos venden que esto lo ocasiona el buen funcionamiento de los programas sociales instrumentados por el gobierno federal y por esto se da este fenómeno, lo que desmiente Nicolás Marcelo Rodríguez, dirigente de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias-Policía Comunitaria (CRAC-PC), quien además puso el dedo en la llaga: ’Si el gobierno hiciera su trabajo de garantizar la seguridad y el desarrollo de los pueblos, los niños no tendrían que tomar las armas para defenderse’.

Mucha gente sabe, y hasta el mismo Presidente porque fue una estrategia que usó cuando fue oposición al gobierno en turno, que el uso de escudos humanos tiene un propósito específico, que es dirigir los reflectores hacia un problema del cual no se le ha prestado la debida atención. Pero en este problema en Guerrero no se trata de cuál de las dos partes tiene la razón, sino del descuido que por años ha padecido esta región del país y del hartazgo en el que han caído sus pobladores, a grado tal que pretenden armar a niños de 6 años con el fin de involucrar al gobierno para orillarlo a que haga su trabajo que es velar por la seguridad de todos los mexicanos.

Señor Presidente, cuántos niños, adolescentes y adultos más deben morir de manera violenta para que usted se dé cuenta que su estrategia de seguridad no está dando los resultados que la ciudadanía necesita, los mexicanos nos preguntamos si no existen los suficientes especialistas en este rubro que puedan y sepan conformar un plan de seguridad que permita paulatinamente devolverle al país la seguridad y tranquilidad que una vez tuvo y se pueda caminar y recorrer el país sin la zozobra de no saber si se podrá regresar a sus respectivos hogares sanos y salvos. Como habitantes de este país nos lo merecemos.