AMLO SÍ CUMPLE: ’AL DIABLO CON LAS INSTITUCIONES

Durante su campaña por la Presidencia de la República el tabasqueño prometió el oro y el moro, aseguró que bajaría la gasolina, que se mejoraría el sistema de salud, que habría trabajo para la gente más pobre del país, que acabaría con la corrupción, que se antepondría el beneficio de los pobres a los intereses de los grupos de poder, que se instauraría y mantendría un ’auténtico Estado de Derecho’, y otras más hasta completar 45 promesas en su toma de posesión, de las cuales no ha cumplido, sólo aquella en la que exclamó: ’Al diablo con las instituciones’.
El Presidente a la menor oportunidad, ha arremetido contra cualquier institución que ose oponerse a sus ’ideas’ transformadoras, que en la mayoría de la veces han resultado meras ocurrencias, que como es natural en este tipo de planteamientos que de momento surgen, se topan de frente con la lógica y el beneficio de la mayoría de mexicanos, quienes ya no saben qué pensar del Presidente, porque no alcanzan a comprender hacia dónde va el país o si verdaderamente el oriundo de Macuspana sabe la ruta para llevar a buen puerto este barco llamado México.

En primer lugar y como si jugara conforme al librito (esto es una expresión del béisbol que tanto le gusta al Presidente), se apropió, por medio de Morena y sus partidos satélites, del Poder Legislativo, para continuar y ’meter mano’ y controlar el Poder Judicial, jalando a sus filas nada más ni nada menos que al presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y del Consejo de la Judicatura Federal, Arturo Zaldívar de Larrea, y como siguiente paso era controlar al árbitro de las contiendas electorales, el Instituto Nacional Electoral (INE), donde por suerte de los mexicanos chocó con pared y el consejero presidente, Lorenzo Córdova Vianello y demás consejeros han dado la pelea para no permitir que el tabasqueño tenga de su lado al ’juez’, tan importante para su proyecto de transformación.

A la par de sus intentos por controlar el INE, presiona para desaparecer al Instituto Nacional de Acceso a la Información (INAI), porque si algo ha quedado entendido es que al Presidente le molesta toda instancia que le pida explicaciones de lo que hace y gasta, es por ello que muchos recursos que tienen como sede la presidencia, caen en un rubro del cual no tienen la obligación de comprobar cómo se gasta ni en qué se gasta.

Por otro lado, López Obrador al tener bajo control a la Fiscalía General de la República (Alejandro Gertz Manero) y a la Unidad de Inteligencia Financiera (Santiago Nieto Castillo), utiliza estas instituciones para amedrentar y presionar a personas o asociaciones civiles que le incomodan y amenaza con investigaciones sobre sus operaciones, se recuerda el caso de Eduardo Medina Mora, miembro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, quien dio un paso al costado para evitar una investigación por movimientos irregulares de dinero. O Mexicanos contra la Corrupción e Impunidad, a quién el tabasqueño lanzó en su contra a la UIF, para que la investigue por el apoyo económico extranjero que recibe, según el Presidente, de manera irregular, incluso lo llama traición a la patria.

Total que López Obrador muestra con sus acciones su desesperación porque ve que su Movimiento Regeneración Nacional no da una y, como muchos aseguran, perderá un gran porcentaje de la popularidad que lo llevó a la Presidencia y esto le dará al traste a sus ambiciones no de hacer un país mejor, sino de entronizarse en el poder y perpetuar su legado mediante la persona que él elija.

Para alegría de millones de mexicanos esto es posible y se tiene una gran oportunidad de cristalizar este deseo el 6 de junio próximo, es decir darle balance a esta situación tan extrema. Pero esto también conlleva una incógnita: ¿los partidos de oposición están preparados para cumplir las expectativas de millones de mexicanos que están dispuestos a volver a creer en ellos y no venderse como la peor de las rameras? Esperemos que sí, de no ser hay que poner cuidado con soltar al león.