LA JUSTICIA ES SELECTIVA EN ESTA 4A TRANSFORMACIÓN

Quieres saber cómo es Andrés, deja que te gobierne un mes…’, no menos, tres años. Esto fue suficiente para que el actual régimen deje en claro que lo que más le importa es saldar cuentas con sus enemigos o como lo diría mejor el señor del Palacio Nacional, sus opositores conservadores, al costo que sea, aunque esto conlleve poner en ridículo a las autoridades correspondientes y para esto pone en los puestos clave a gente sin el menor escrúpulo que no le importe la imagen y prestigio de una institución mucho menos la suya propia.
Casos hay de sobra, pero el que acaba de reventar es el del ex director de Pemex, Emilio Lozoya Austin, quien sin el menor empacho se deja ver por un lujoso restaurante situado en Las Lomas, el Hunan, muy a pesar del arraigo domiciliario que pesa sobre él y que supuestamente lo tendría restringido a permanecer en su casa. Y del brazalete electrónico ni hablamos, porque éste debería alertar a las autoridades si quien lo porta se aleja determinada distancia de donde fue asignado. Caso similar es el que vive Emilio Zebadúa, quien también se pasea libre gracias a su arreglo que consiguió con la Fiscalía General de la República debido a ser colaborador en una investigación que no ha dado ni un resultado positivo hasta ahora conocido.

Esta rara mezcla de casos judiciales con nulos resultados pero grandemente beneficiosos en publicidad para la presidencia de la república, ha llevado a conocedores del tema a sospechar si no es que existe una complicidad entre el mandamás del país y el titular de la FGR para entre ambos terminar con sus respectivos opositores y allanar el camino para que de esa manera pueda el tabasqueño entronizar su proyecto de país y asegura que su 4 Transformación se haga del control del país.

Por un lado el Presidente ha podido paliar la problemática de la pandemia, la inseguridad, el narcotráfico, la falta de medicamentos con detenciones espectaculares que prometían elementos para fincar responsabilidades a políticos renombrados pero que acabaron en… nada. El caso Rosario Robles, con su Estafa Maestra que involucra a varias universidades públicas y privadas. Emilio Lozoya y Alonso Ancira, de los casos Odebrecht y Agro Nitrogenados, en los cuales se verían involucrados el ex Presidente Enrique Peña Nieto y el ex titular de Hacienda, Luis Videgaray.

La detención de César Duarte por la presunta desviación de recursos para el apoyo de campañas electorales de candidatos priístas a puestos de elección popular. La detención de Juan Collado por los presuntos delitos de delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita. Como dato importante Collado Mocelo fue el abogado que divorció al ex presidente Enrique Peña Nieto y Angélica Rivera.

Los motivos del fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, son más pueriles y vergonzosos pero que de investigarse y comprobar su veracidad pueden asestar duro golpe a la ya de por si vapuleada ’honestidad valiente’ de este régimen de la 4T: Quiere borrar a toda costa que Federico Gertz Manero fungía como su prestanombres en el Banco Julius Baer, de Panamá, en el cual tiene depositados en una cuenta casi 8 millones de dólares.

Esto se sabe a la vuelta de tres años, pero qué más nos faltaría por descubrir en los tres años siguientes. Con el caso de Pandora Papers se abre otro telón de esta tragicomedia llamada 4 Transformación.

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