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Diciembre 16, 2020 19:49 hrs.
Con información de Leopoldo Espejel /Grupo Fórmula › AquiEdomex
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CIUDAD DE MÉXICO La crisis económica que ha provocado la pandemia de COVID-19 y el endurecimiento de las medidas sanitarias sepultó la esperanza de los artesanos fabricantes de piñatas y de los comerciantes de temporada de recuperar este año cuando menos la inversión ante el anuncio de la cancelación de las posadas y las fiestas decembrinas por el incremento de contagios y hospitalizaciones por el coronavirus.
Es triste pensar que la tradición con la que crecimos este a punto de desaparecer
Independientemente de que el país venía arrastrando una desaceleración económica por el cierre de empresas y la falta de empleo, el sector enfrenta desde hace una década una competencia desleal frente a la tecnología que capta con mayor fuerza el interés de las nuevas generaciones desalentado la tradiciones populares como entonar la letanía, pedir posada y romper la piñata; una costumbre con la que crecimos y que está destinada a desaparecer.
’Nuestro trabajo de todo un año’
Y es que aún bajo estas circunstancias todavía el año anterior para estas fechas cada productor ya habían logrado desplazar en el mercado en promedio unas 600 piñatas chicas y 100 grandes, pero en esta ocasión no será así.
Durante un recorrido por mercados populares pudimos observar una baja afluencia de gente y el desinterés por adquirir una colorida piñata, fruta para rellenarlas y las vistosas canastitas y colaciones para los aguinaldos..
La estrella de 7 picos representa a los siete pecados capitales
Las iglesias formaban parte de sus clientes habituales y durante esta época de fin de año los párrocos acudían para adquirir piñatas con las que adornaban los templos para las festividades religiosas, pero no este año.
La piñata original tenía la forma de una estrella con siete picos, los picos representaban los siete pecados capitales y los brillantes colores de la piñata simbolizaban la tentación. La piñata se transformaba en una representación de la fe ciega y de la virtud o la voluntad para vencer el pecado.
No hay ventas
Y es que aunque las oferten casi nadie las quiere, por ello los productores mejor han decidido guardar sus obras de arte en sus talleres hasta la próxima temporada
Árboles a punto de marchitarse ’igual no aguantamos hasta el 20 de diciembre’, afirman comerciantes
La misma situación viven quienes comercializan los pinos navideños.
Buscan otro empleo
Ante la prohibición del gobierno para organizar las 9 posadas muchos de los artesanos y comerciantes han buscado otra forma de llevar el sustento para sus familias empleándose por ejemplo como choferes, peones y hasta de taxistas.
Coinciden en que ’Es mejor perder una Navidad en tu vida, que tu vida en una Navidad’
Sin embargo ante este amarga realidad fabricantes, vendedores y consumidores coincidieron en algo: “Es mejor perder una Navidad en tu vida, que tu vida en una Navidad”.
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