¿UN GOBIERNO SOMETIDO?

Las implicaciones políticas y sociales que produjeron las erradas acciones del gabinete de seguridad al intentar la captura de Ovidio Guzmán López, hijo de Joaquín Guzmán Loera ’El Chapo’, el narcotraficante más poderoso que ha tenido esta ’industria’, son desastrosas y de repercusiones a nivel internacional, por el mensaje que quedó más que evidente a los ojos del mundo: el que no con palabras y discursos ramplones se dirige un país, sino con políticas claras y gente de primer nivel intelectual y personal, lo que adolece el círculo más cercano del Presidente.

¿Qué lleva a pensar esto? Pues que existen diversas y muy variadas versiones de lo que sucedió aquella tarde en Culiacán, Sinaloa, desde que fue un encuentro fortuito donde se ubicó a Ovidio Guzmán, lo cual desmiente un video, hasta que en este operativo fue abatido Archivaldo Guzmán, otro hijo del narcotraficante. La verdad fue que todo se debió a la mala planeación de un operativo de esta magnitud, que la falta de un órgano de inteligencia fue más que evidente y que las cosas se hicieron como las acostumbra esta administración, al aventón.

Por eso no es honesto cargarle la culpa a los elementos que ejecutaron esta acción, como lo pretende hacer ver el Secretario de Seguridad, Alfonso Durazo Montaño, pero como ocurre en estos casos ’la cuerda siempre se revienta por el lado más delgado’. Dicen que el hubiera no existe, pero en este caso si hubiera existido una óptima planeación, la ejecución de este operativo fuera de otro modo, con el personal suficiente para contener las reacciones del cártel de Sinaloa y lograr la captura de Ovidio Guzmán, ya que se trataba del hijo del narco más importante del mundo.

Todo parece indicar que la mala planeación de este operativo de captura se debió al menosprecio que el Gabinete de Seguridad tuvo sobre el Cártel de Sinaloa, al que pensó debilitado por el hecho de no contar con la dirección del famoso capo, pero la infraestructura con que la dejó caminando ’El Chapo’ es parecida a una industria, que tiene presencia en 12 de 32 estados del país y según el gobierno de EU cuenta con presencia en al menos 50 países. Como toda empresa exitosa no cuenta con cartera vencida pues todo se paga de contado, además tiene la capacidad de adaptarse a las exigencias del mercado.

Con esta acción, como muchas otras que ha ejecutado la 4T, acabó de un plumazo con toda la historia del México independiente, que contaba con instituciones fuertes y sólidas, con un Ejército y Fuerzas Armadas que inspiraban admiración y respeto, a las cuales penosamente un grupo delincuencial doblegó. Ahora qué sigue, ¿pactar con ellos? ¿Seguir el camino de Colombia? Son demasiadas interrogantes que por el bien de México el Presidente López Obrador deberá contestar de manera directa y no con su cansona retórica de las mañanera, pues su discurso de las mamás y abuelitas ya nadie lo digiere. Necesitamos un Estadista no un eterno candidato.